martes, 9 de noviembre de 2010

APOCALIPSIS

La ciudad en llamas clama con su crepitar la llegada de nuevas hordas devastadoras que anegarán con más fuego murallas inalcanzables. Infierno sobre la tierra que triunfa entre vuelos de arcángeles y serafines premonitores de las trompetas del Juicio Final. Visiones apocalípticas con el brindis de los ancianos y los ojos amenazadores del redentor que baja vengativo en su mandorla celestial. Filas de pecadores sumidos en el pavor de un imposible acto de contricción cayendo en fosas humeantes mientras son pesadas sus almas. Clérigos, aristócratas, plebeyos y vulgo condenados a errar en limbos abstractos en busca de la salvación mientras se dan juicio a sus actos. Ruedas de fuego, animales imposibles, plagas tremebundas, rayos certeros.
Llega el momento de rendir cuentas. Quien no haya pecado que tire la primera piedra. Soy impuro. Redención.

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