![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQDVxBf_R_6nFsjTdn4BwEOeww3W-hCvYVULG66HSINUUUGHcc2anHYjX8LXsjb6PqQm6fu9mpBuFQhCHoUN3vndm8VoyZIPsSo-7NOnYQCZxW8HupUX8cJuL5qjt7OrF16y4QujEtMbr7/s320/Lluvia.jpg)
No hay ruido. Abro las puertas.
Entra lluvia en mí y mójame para que mi corazón se ablande. Haz que renazcan raíces de felicidad de nuevo para poder amar. Entregado al placer de las sensaciones cruzo mis manos sobre mi pecho. No soporto tantos ríos de vida en mi interior. No estoy acostumbrado a vivir ya. Soy ese tubérculo enterrado en áridas tierras esperando a ser arrancado con fuerza y dolor.
Desnudo y sin hábito, miro en contrapicado las gotas de lluvia al caer. ¿Será demasiado tarde para empezar de nuevo?. No. Abro mi boca y el agua penetra en mi cuerpo. Noto mi piel convertida en agua y cada vez soy menos yo. Me desplazo por la tierra como los afluentes que buscan el mar y me convierto en líquido. Ya no soy nadie, soy oxígeno, soy hidrógeno, soy oceano y descanso en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario