lunes, 14 de noviembre de 2011

MÚSICA

Aritmética auditiva. Arte total de formas sinuosas y efímeras. Conjunción de talentos solistas aplicados a instrumentos milenarios. Belleza de partituras que acaricio frente al viejo piano. Sonoridades afinadas con el punto de perfección exigido. Ecos lejanos de tardes campestres. Naturaleza en movimiento de timbales y trinos. Mi vida ha sido música sin ejecutar. Me he envuelto en ella durante horas de asueto, de estudio, de rabia. Clásica, étnica, actual. He llorado, he bailado, he gritado, he dormido con ella. Pero sobretodo me ha enseñado. No estoy loco por que te escuchaba. Cuando mi casa era un panegírico de estridencias sonabas de fondo. Compañía infinita de duermevelas, amante matinal entre afeites, colega urbanita de paseos en gris, amiga íntima de mi soledad. Notas descerrajadas en radios estereofónicas, auriculares emisores de golpes matéricos, altavoces triunfales ante la bajeza del bajo. Somos música. Mi corazón es una corchea. Mi mente se mantiene en sostenido esperando una nueva melodía. Te escucho. Te siento. Música es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario