jueves, 11 de agosto de 2011

ABRAZO

No puedo recordarlo bien. Mi hipotálamo siente algo lejano. Solo sé que nadie me ha abrazado como tú. Los años han endurecido mi piel con el dolor de la muerte. Cuando me tocabas mi piel se erizaba, pero desde tu último abrazo, nadie más lo ha hecho. Guardé tu última caricia para mí y no la compartí con nadie más. La vida me ha llevado a una soledad yerma de orgasmos secos e impotencias, porque tú ya no podías tocarme. No sé si ahora podré de nuevo notar tu cuerpo entre mis brazos. La luz se ha apagado. Silencio. Más silencio. Como en un tren de alta velocidad asciendo, me elevo de manera tumultuosa para recibir toda la fuerza de la vida. Y al final estás tú, sonriendo, mágico, esplendoroso, con los brazos abiertos. Soy todo fuerza, soy feliz. Caigo entre tus brazos y mi alma explota en un mundo de colores, una sinfonía de sentidos. ¡Cuanto echaba de menos tu abrazo!. Nadie nos separará, ¿verdad?. Estaremos abrazados en la eternidad, para siempre, amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario