martes, 13 de septiembre de 2011

DIOS

¡Si existes y salvaste a tu hijo, sálvalo también a él!.¡Si creaste el mundo y al hombre, ayúdame a curarle, porque cada día que pasa mi alma se rasga y sus jirones pesan tanto!.¡Si eres Dios, haz el milagro de la curación y llévame a mí como prenda de tanto dolor!. Tu castigo sobre el hombre ha sido infinito, tus caminos hacia la enfermedad son inescrutables y los inocentes reciben tu maldición. Si es tan solo un niño, si no ha amado aún, si su cuerpo no se ha desarrollado. ¿Qué pecado ha realizado esta alma cándida que se consume en esta cama de hospital entre falsas expectativas en forma de sonrisa agria mientras sus células mueren devoradas por el cáncer?. Yo he sido un sucio pecador, he fornicado, he castigado, he pegado, he mentido...insufla en mi cuerpo todas las plagas que inventaste en su momento y llevame al peor de los infiernos para siempre jamás, pero a mi hijo sálvalo. No existes. No tienes compasión. Eres un falso icono para decorar las almas perdidas. Salva a todas las criaturas que no tienen culpa de nada. Háblame. No oigo nada. ¡Contéstame!. Veo que no vas a hacer nada. Para que sirve el crucifijo que hay en esta cama. Lo descuelgo. El gota a gota sigue su curso. Beso su frente caliente. No creo que pase de hoy. Buenas noches, hijo mío, y hasta mañana... si DIOS quiere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario