martes, 30 de noviembre de 2010

ALEGRÍA

Hoy es un despertar diferente. Noto, con los ojos entrecerrados como el sol entra por mi ventana calentando mi alma hasta hacerla crepitar. Hormigas recorren mis entrañas por la ilusión de vivir. Mi cara dibuja una sonrisa furtiva y miedosa. Parece no estar acostumbrada a esos dispendios y me duelen las comisuras de los labios perfilados con la alegría que invade mi cuerpo. Empujo las sábanas con teatral saña y poso los pies en el gélido mármol que decora mi estancia. Inquieto y lleno de vida salto, río, clamo... Por un segundo mi mente queda anulada planteándose el porqué de esta situación. Hace dos días recordaba permanecer acurrucado en la esquina llorando por algo. Y, ¿ahora porqué soy feliz?. Oigo ruidos fuera, en el pasillo, sonidos de fiesta, de diversión, de abrazos. Grito apasionadamente para que entren con el cascabel de sus risas, con la proximidad de sus miradas... Parece que me han oído. Aullo, lloro y río, todo a la vez para ser escuchado, pero, ¿que está pasando?.
No, no hagan eso, si estoy bien, si quiero estar alegre. No, no me aten, no quiero más calmantes, no me gustan las paredes acolchadas, no más blanco, fundido en negro, me duermo...

jueves, 25 de noviembre de 2010

ROJO

Labios carmesí que pronuncian máximas llenas de saetas y dardos. Saltos de cama que provocan orgasmos secos en vaginas yermas. Cruces medicas que recorren motorizadas calles en busca de la salvación. Llamas colosales extinguidas por hombres aguérridos. Fresas de voluptuosa forma que explotan en bocas infames y mentirosas. Ocasos mortales de difícil calibre al esconderse bajo el mar. Rojo infierno que espera la llegada masiva de la humanidad sin redención. Mercrominas prohibidas por su alegre uso. Sangres que tiñen de malva el amanecer como decía el bolero. Rosas que revientan en pétalos rojizos y espinas expectantes para lacerar. Ojos cansados ante pantallas que hacen inflamar nuestras venas. Urticarias por contacto de vergeles salvajes. Pilotos de advertencias vanas ante nuestra ceguera.
Rojo pasión, rojo sandía, rojo nuclear, rojo suerte, rojo inspirador de ideas agresivas que mueven este mundo hacia un final. Rojo relativo.

domingo, 21 de noviembre de 2010

FLOR

En el balcón de mi alma ha germinado una flor, simple y átona. No tiene la belleza de las barrocas rosas ni la duda que provoca la margarita. Es blanca, intrínsecamente blanca, de pureza lineal y de aroma tenue. Acompaña a su elegancia el tallo enhiesto decorado si cabe, por dos hojas en forma de corazón roto. Mi pecho es la tierra sabia que ha creado tan bella estampa que decora almas, nichos y jarrones.
Esa flor me da un hálito de esperanza porque sé que pronto no estaré aquí. Los números analíticos de laboratorios asépticos han decidido que es mi hora. Algo recorre mi cuerpo que clama venganza y va segando mi vida sin acuse de recibo. Paso estos codiciados segundos pensando en como decir adiós. No sé que decir, no sabré despedirme, no sabré coger mi último tren.
Me preocupa si esta flor se marchitará conmigo cuando encajonado entre tierra fatuas y en medio del campo estrellado, se quede sin aire. Aire. Respiro profundamente entre golpes de un corazón asustado. No hay duda. Morirá conmigo porque surgió de mí. Pronto la gente me olvidará, aunque sólo os pido que en primavera alojéis una flor blanca en mi laude para que pueda seguir vivo.

martes, 9 de noviembre de 2010

APOCALIPSIS

La ciudad en llamas clama con su crepitar la llegada de nuevas hordas devastadoras que anegarán con más fuego murallas inalcanzables. Infierno sobre la tierra que triunfa entre vuelos de arcángeles y serafines premonitores de las trompetas del Juicio Final. Visiones apocalípticas con el brindis de los ancianos y los ojos amenazadores del redentor que baja vengativo en su mandorla celestial. Filas de pecadores sumidos en el pavor de un imposible acto de contricción cayendo en fosas humeantes mientras son pesadas sus almas. Clérigos, aristócratas, plebeyos y vulgo condenados a errar en limbos abstractos en busca de la salvación mientras se dan juicio a sus actos. Ruedas de fuego, animales imposibles, plagas tremebundas, rayos certeros.
Llega el momento de rendir cuentas. Quien no haya pecado que tire la primera piedra. Soy impuro. Redención.